Si bien cuando pensamos en ortodoncia lo primero que se nos viene a la cabeza es un adolescente con brackets, el campo de la ortodoncia abarca muchas más fases que la correspondiente a los clásicos aparatos de la adolescencia. Es más, la labor del ortodoncista comienza atendiendo a las bocas de los bebés; antes incluso de que hayan erupcionado los primeros dientes.

Entonces, ¿en qué fases y de qué manera toma parte el ortodoncista a lo largo de la vida de nuestros dientes?

Fases de los tratamientos de ortodoncia en función del desarrollo dental

Existen diferentes fases en los tratamientos de ortodoncia asociados a la edad y al desarrollo de las estructuras dentales: la ortodoncia preventiva, la ortodoncia interceptiva o funcional, la ortopedia dentomaxilar y la ortodoncia correctiva.

  • Ortodoncia preventiva:

    En esta primera etapa el ortodoncista u odontopediatra se encargará de establecer medidas preventivas que ayuden a que los dientes y las estructuras óseas del niño se desarrollen adecuadamente: enseñar técnicas de cepillado, buenos hábitos alimenticios, la aplicación de flúor…La ortodoncia preventiva se asocia a niños de entre 2 y 6 años, periodo en el que erupcionan los dientes y se producen los primeros recambios dentarios.

  • Ortodoncia interceptiva:

    Como su propio nombre indica, la ortodoncia interceptiva pretende intervenir sobre los malos hábitos que pueda adquirir el niño. Los más comunes son chuparse el dedo o la mala colocación de la lengua al tragar. Para evitar este tipo de costumbres que pueden influir en el desarrollo de las estructuras dentarias, se aplican lo que se conoce como aparatos pasivos: rejillas linguales, pantallas orales…

  • Ortopedia dentomaxilar:

    Este tipo de ortodoncia se aplica una vez que ya se ha producido un trastorno en el desarrollo normal de las estructuras óseas pero que aún puede corregirse, debido a que el niño se encuentra todavía en fase de crecimiento. El ortodoncista se encargará de influir, a través de determinada aparatología, en el correcto desarrollo del maxilar y la mandíbula. Los aparatos de ortopedia dentomaxilar se colocan en edades comprendidas aproximadamente entre los 7 y los 11 años. A partir de esta edad cada vez será más difícil corregir problemas esqueléticos (el límite se sitúa aproximadamente cuando el niño o niña termina su proceso de crecimiento), y sólo se podrá actuar sobre los dientes en sí mismos. Los aparatos utilizados en esta fase tienen como objetivos corregir algunos de los problemas más comunes en el desarrollo de las bocas infantiles: arcadas comprimidas, falta o exceso de espacio entre dientes, mordidas cruzadas, arcadas inferiores que superan en tamaño a las superiores…

  • Ortodoncia correctiva:

    Este tipo de ortodoncia se identifica con la aparatología -tanto fija como removible- encaminada a corregir problemas de maloclusiones y alineación dental. Se realiza en personas mayores de 12 años, aproximadamente, una vez que las estructuras óseas de la boca se han desarrollado prácticamente. Es en esta etapa cuando recurriremos a aparatos como los clásicos brackets de acero, aunque también podremos optar por sistemas más estéticos como los brackets cerámicos, que se mimetizan con el esmalte dental, los brackets linguales (colocados en la cara interna de los dientes) que son completamente invisibles, o los alineadores transparentes, que además de inapreciables para la mayoría de la gente, son extremadamente cómodos para el paciente.

  • Cirugía ortognática:

    Aunque no sea un tipo de ortodoncia propiamente dicho, la cirugía ortognática se combina con tratamientos de ortodoncia para corregir malformaciones esqueléticas que, llegados a la edad adulta, no se pueden tratar sólo con un sistema ortodóncico. Se trata de cirugías maxilofaciales encaminadas a desplazar la mandíbula y modificar los huesos y que, combinadas con tratamientos de ortodoncia (para mover los dientes), permiten obtener una sonrisa armónica, funcional y saludable.

En buenas manos

Todas las fases de ortodoncia mencionadas tienen un punto en común incuestionable: sólo son efectivas en manos de un buen ortodoncista (u odontopediatra, según la edad).

El motivo principal es que cada una de las fases tiene cierta repercusión en la siguiente, de manera que, si un ortodoncista no realiza un tratamiento adecuado en la fase de ortopedia dentomaxilar, el paciente puede acabar necesitando someterse a una cirugía ortognática en el futuro.

En Vela y Lasagabaster, tanto en nuestra clínica de Vitoria-Gasteiz como en las instalaciones de Logroño, sólo contamos con los mejores profesionales; ortodoncistas con una amplia formación y con más de 25 años de experiencia, lo que les acredita para obtener grandes resultados en cualquier tratamiento de ortodoncia.

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