Son muchos los que acuden a la consulta preguntándonos qué es mejor a la hora de cepillarse los dientes, el cepillo manual o el eléctrico. Y aunque nuestra convivencia con el cepillo manual desde que se inventara en el siglo XIII certifica claramente su efectividad, el cepillo eléctrico ha llegado pisando fuerte.
Cuestión de habilidad
Si bien es cierto que existen diferentes motivos por los que escoger uno u otro tipo de cepillo, el principal suele ser una cuestión de habilidad. Es decir, si la persona que se cepilla los dientes tiene algún tipo de impedimento físico que no le permita realizar los movimientos adecuados que garanticen una correcta higiene con el cepillo manual, recomendaremos el cepillo eléctrico.
Sin embargo, en ocasiones ocurre que precisamente esa facilidad que el cepillo eléctrico le brinda a la tarea, puede volverse en nuestra contra cuando nos hace confiarnos y descuidar la atención del acto en sí, realizando una peor higiene que con un cepillo manual.
La técnica correcta
La conclusión clara de todo esto es que utilicemos el método que utilicemos, lo más importante será que nuestra técnica sea adecuada. A continuación, indicaremos cómo realizar una correcta higiene dental tanto con el cepillo eléctrico como con el manual:
- Técnica con cepillo manual
- Paso 1: Dividiremos nuestra boca en 4 partes (izquierda arriba – derecha arriba – izquierda abajo – derecha abajo) para cerciorarnos que no nos olvidamos de ninguna de ellas.
- Paso 2: Colocando el cepillo de dientes en un ángulo de unos 45 grados justo en el borde que separa la encía del diente, barreremos cada diente con movimientos en una única dirección (no continuados) para arrastrar los restos de comida que se han podido quedar bajo la encía hacia fuera.
- Paso 3: Repetiremos esta acción tanto en la cara externa como en la interna de los dientes, haciendo más hincapié en aquellas en las que tenemos peor acceso (zona de las muelas).
- Paso 4: En la zona que usamos para masticar, utilizaremos la técnica habitual de barrido horizontal.
Si sufrimos de inflamación o dolor en alguna zona en concreto de las encías, es ahí donde insistiremos más, introduciendo el cepillo entre el diente y la encía, ya que el dolor o inflamación son síntomas de acumulo de restos de comida. Además, deberás tener cuidado con no cepillar muy agresivamente tus encías para que éstas no se retraigan exponiendo la raíz del diente (con su consiguiente dolor por sensibilidad).
- Técnica con cepillo eléctrico
- Paso 1: Al igual que con el cepillado manual, divide tu boca en 4 partes para que no olvides cepillarte ninguna de ellas.
- Paso 2: Coloca el cabezal del cepillo en la superficie del diente rozando levemente la encía. Detente en cada diente durante unos segundos y deja actuar al cepillo.
- Paso 3: Repite el proceso por todos los dientes y por todas las caras de éstos (frontal, lingual y oclusal).
Al igual que con el cepillo manual, tendremos que insistir más en aquellas zonas inflamadas, ya que demostrará una mayor acumulación de restos de comida. Y tampoco ejerceremos demasiada presión sobre las encías para evitar que se puedan retraer.
El cepillo idóneo para casos de ortodoncia
Del mismo modo que para aquellas personas que no llevan ortodoncia, tanto el cepillo manual como el eléctrico pueden ser eficaces para mantener una correcta higiene dental en los casos de ortodoncia. Sin embargo, debido a que los brackets disponen de numerosos obstáculos, puede resultarnos más sencillo llevar una higiene adecuada con un cepillo eléctrico con un cabezal especial para pacientes con brackets.
Y a pesar de que también se recomienda también a personas sin ortodoncia, el uso de otros complementos como la seda dental superfloss, los cepillos interproximales o los irrigadores de agua a presión, serán prácticamente obligatorios en el caso de las personas que llevan brackets si quieren evitar posibles enfermedades como la gingivitis.
Conclusión
Puedes escoger un cepillo manual, uno eléctrico o combinarlos entre sí. En Vela-Lasagabaster ante todo hacemos especial hincapié en que lo más importante es tener una buena técnica de cepillado. Por eso, antes de realizar un tratamiento de ortodoncia, especialmente en el caso de los niños, ofrecemos una cita donde explicamos cómo deben cepillarse los dientes y les hacemos un seguimiento para conseguir crearles el hábito.
