Es lógico.

Quieres corregir tu sonrisa pero te gustaría estar con ortodoncia el menor tiempo posible.

Sin embargo, no es únicamente el sistema de ortodoncia que usemos lo que determinará la duración de un tratamiento, sino que existen muchos otros factores que influyen en ello.

¿Qué aspectos influyen en la duración de un tratamiento?

Podemos distinguir varios factores que influyen en que un tratamiento se desarrolle más rápida o lentamente:

  1. El tipo de maloclusión

Se trata del factor más lógico. A mayor complejidad, más durará el tratamiento.

Por poner un ejemplo: no será lo mismo un tratamiento en el que sólo haya que corregir la alineación de los dientes (corregir un apiñamiento o espaciamiento de los dientes), que un tratamiento que, además del alineamiento, requiera corregir la mordida del paciente. Esos serán los casos de las mordidas abiertas, cruzadas, profundas…

Si bien en el primer caso los tratamientos suelen rondar el año de duración, en el caso de maloclusiones más graves, pueden demorarse hasta el año y medio o dos años.

  1. La edad del paciente

Las estructuras dentales de un niño no tienen nada que ver con las de un adulto de más de 40 años. De hecho, cuando un niño o adolescente está aún en crecimiento, sus huesos resultan ser mucho más moldeables que los de una persona de edad adulta.

De esta manera, siempre será más rápido corregir un problema dental en un adolescente que en una persona de unos 25 años. Y será más rápido corregirle una maloclusión a una persona de 25 años que a uno de 45 años.

Es más, determinadas maloclusiones como las que implican modificaciones óseas, se podrían corregir con ortodoncia en niños y adolescentes, pero en el caso de los adultos, podría tener que recurrirse a la cirugía ortognática.

  1. Planificación del profesional

También podríamos llamarlo, la profesionalidad del ortodoncista.

Porque, obviamente, un profesional con una larga trayectoria detrás siempre va a pautar los tratamientos para que duren el menor tiempo posible (con el resultado idóneo, claro), ya que cuenta con la experiencia de conocer lo que realmente funciona y lo que no.

En cambio, un ortodoncista sin el recorrido de un veterano, puede cometer más errores (subsanables, claro) que pueden llevar a alargar más la duración del tratamiento.

  1. La calidad de los materiales

En el caso de la ortodoncia fija, los brackets más avanzados, gracias a su diseño que facilitan una mínima fricción, permiten realizar los movimientos dentales de manera más fluida y, a la vez, más rápidamente. Además, en el caso de los arcos, los materiales de última generación, permiten que, en casos concretos, el movimiento dentario se realice en un periodo menor de tiempo.

En el caso del sector de los alineadores transparentes, Invisalign resulta tener las patentes de todos los avances que ha desarrollado, haciendo que cualquier sistema de alineadores de otras marcas no puedan aplicar dichos avances en un plazo de 10 años (hasta que caduca la patente).

  1. La colaboración del paciente

Por mucho que utilicemos las técnicas más avanzadas, que el doctor sea el que más experiencia y conocimiento tenga, que el paciente tenga una edad temprana y una problemática leve… sin la colaboración de éste, la duración del tratamiento se va a haber afectada seguro.

Por esa razón, los doctores exigen tres cosas a los pacientes para contribuir en la aceleración del tratamiento:

  • Una higiene correcta: sin una adecuada limpieza de los dientes, las encías tienden a inflamarse dificultando el correcto movimiento de los dientes y por tanto retrasando el término de ese tratamiento.
  • Que se ponga los elásticos o siga las instrucciones del doctor: si un paciente requiere elásticos y no se los pone correctamente o el tiempo necesario, esto hará que el tratamiento dure más tiempo del previsto por los doctores.
  • Si es usuario de Ortodoncia Invisible, que se ponga el tiempo recomendado los alineadores: las recomendaciones de uso de alineadores requieren entre 20 y 22 horas diarias de uso de las férulas. Cuantas menos horas se pongan los alineadores, más lenta será la evolución.
  1. El sistema de ortodoncia utilizado

Este punto puede provocar controversia ya que se trata de un aspecto un tanto subjetivo.

¿Hay sistemas de ortodoncia más rápidos que otros? Depende del profesional que los maneje.

Es decir, así como hay ortodoncistas que tienen una gran experiencia y conocimiento de los brackets y son capaces de reducir el tiempo de tratamiento respecto de otras clínicas, también los hay quien lo tienen en ortodoncia invisible, por ejemplo.

En nuestro caso, en Vela-Lasagabaster somos capaces de corregir cualquier tipo de maloclusión tanto con brackets como con ortodoncia invisible en el mismo tiempo; incluso, en muchas ocasiones somos aún más rápidos con alineadores transparentes.

Por supuesto, depende también del tipo de maloclusión que tenga el paciente.

Uno de los ejemplos más claros es que, en el supuesto caso de que alguien quisiera tratarse de dos o tres dientes puntuales (teniendo una mordida perfecta), con alineadores somos capaces de mover esos dientes individualmente, mientras que con brackets los movimientos afectan a la totalidad de la boca. Esto implica que con brackets habría que mover toda la dentadura para acabar moviendo los dientes que en un principio nos interesaban.

Conclusión

Existen demasiados factores que afectan a la duración de un tratamiento, por lo que es prácticamente imposible determinar si un sistema de ortodoncia es más rápido que otro en la corrección de una maloclusión.

La única manera de despejar esta duda sería acudiendo a una primera visita a la clínica de ortodoncia donde, tras una evaluación exhaustiva (fotos, radiografías, diagnóstico médico…) serán capaces de recomendarte el sistema de ortodoncia que mejor se ajuste a ti.

 

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