¿Sabías que los deportistas tienen una mayor predisposición a desarrollar caries? No sólo tiene relación con el hábito y la habilidad de cada uno en la higiene dental, sino que hay algo que necesitan en su faceta de deportistas que les hace ser más propensos a desarrollar caries: la alimentación deportiva.
Y es que existen una serie de factores que hacen que los alimentos sean más susceptibles de provocar caries y en la alimentación deportiva se cumplen varios de ellos. Veamos cuáles son:
- Grado de cariogenicidad del alimento: es decir, aquellos alimentos que pueden provocar más caries. Y aquí, los carbohidratos son los reyes. Ya sean de asimilación rápida (los que contienen azúcares libres y provocan una respuesta más rápida en el organismo, como los geles, bebidas energéticas o barritas) o de asimilación lenta (los que contienen almidón o glucógeno y se asimilan más lentamente, como la pasta o el arroz) son los alimentos más propensos a provocar caries.
- Consistencia o grado de adhesividad al diente: es decir, aquellos alimentos que se pegan con más facilidad a los dientes. En el caso de la alimentación deportiva, podríamos hablar de las barritas energéticas, que, al estar cubiertas generalmente por miel o alguna sustancia similar, suelen ser muy susceptibles a quedarse adheridos a los dientes y por tanto, a provocar caries.
- Frecuencia con la que se comen: no será lo mismo comerlo puntualmente, que durante una temporada. En aquellas pruebas deportivas de larga duración (maratones, carreras ciclistas, triatlones, carreras de montaña) el deportista no sólo comerá este tipo de alimentos varias veces durante la competición, sino también en los días o semanas previas de preparación. Eso lo convierte en un blanco perfecto para que las bacterias provoquen caries.
- Momento del día en el que se ingiere: cuando un alimento con un alto grado de cariogenicidad se toma durante una comida, donde la saliva está actuando constantemente, tiene menor probabilidad de provocar caries. Sin embargo, durante la práctica deportiva, cuando la boca está -muy posiblemente- seca por la respiración oral y la falta de hidratación, la probabilidad de que genere caries es mayor.
Obviamente, no podemos pedir a un deportista que no ingiera estos alimentos que le dan la energía necesaria para afrontar sus retos, sin embargo, es importante que éste sea consciente de la predisposición que van a tener a desarrollar caries si se cumplen todos los factores arriba descritos.
Es entonces cuando, además, cobrará especial relevancia la higiene dental posterior. Ser concienzudos y meticulosos durante el cepillado puede ayudar a revertir las probabilidades de desarrollar caries, por tanto, allá donde se desarrolle la prueba deportiva, ¡llévate el cepillo de dientes siempre contigo!
Empezamos el día con un bol de cereales, un zumo y un yogur 0%. Sano, ¿verdad? Pues, en realidad, aunque estemos ingiriendo alimentos que nutricionalmente son buenos como los cereales, la fruta o los lácteos, cuando leemos la etiqueta de los productos, nos damos cuenta de que acabamos de consumir aproximadamente 70 gramos de azúcar libre; lo equivalente a 17 terrones de este adictivo dulce. Una verdadera llamada a las caries ya desde el desayuno.

¿Qué son las caries?
Tanto si se lo preguntas a un niño como a un adulto, ambos definirán las caries como los pequeños agujeros que se forman en el diente por comer mucho azúcar.
Sin embargo, para ser más precisos podemos definir la caries como aquella enfermedad caracterizada por la destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana.
Y ¿qué significa esto? Pues que las bacterias que se alojan en nuestra boca generan un ácido que destruye el esmalte de nuestros dientes cuando entran en contacto con determinados carbohidratos.
De entre todos los carbohidratos (glucosa, galactosa, fructosa, almidón, etc.) el favorito de las bacterias es precisamente la sacarosa, más conocida como el azúcar libre. Es por eso que lo primero que recomiendan los dentistas es eliminar las golosinas y los dulces en general. Sin embargo, otros alimentos como la fruta -que lleva fructosa- o la pasta, arroz, patatas, etc. -que llevan almidón-, también pueden ser causantes de caries si no se acompañan de una correcta higiene dental.

Factores que influyen en la producción de caries
- Cariogenicidad del alimento: Tal y como hemos comentado, si un alimento contiene sacarosa será más cariogénico que uno que tenga fructosa; pero éste último será más cariogénico que un alimento que no sea carbohidrato.
- La consistencia del alimento: Alimentos como las galletas, el chocolate, etc. cuentan con una consistencia que hace que sean más propensos a quedarse entre los dientes y por tanto, será más probable que puedan causar caries.
- Grado de adhesividad: las gominolas, los frutos secos garrapiñados… todos aquellos alimentos con textura pegajosa serán más cariogénicos por su riesgo a adherirse a los dientes.
- Frecuencia con la que se comen: Por mera cuestión de probabilidad, aquellos alimentos que más se consumen serán más cariogénicos que los que se consumen esporádicamente.
- Momento del día en el que se consumen: La saliva, debido a su consistencia y composición, ayuda a arrastrar los restos de comida y neutralizar los ácidos producidos por la placa. Por eso, teniendo en cuenta que durante las comidas generamos mucha más saliva que entre comidas o por la noche, aquellos alimentos que consumamos entre horas o por la noche -cuando menos saliva generamos- se convertirán automáticamente en productos más cariogénicos.

¿Cómo evitamos la aparición de caries?
Para disponer de una buena salud bucodental y no padecer caries, es conveniente seguir los siguientes consejos:
- Sigue una dieta saludable: evita los productos (o lee los ingredientes de su etiqueta) y come alimentos naturales (frutas, verdura, huevos, carne y pescado) en su lugar. Así evitarás ingerir una gran parte de azúcar libre que va oculto en la mayoría de los productos envasados y/o precocinados. Además, puedes intentar reducir la ingesta de carbohidratos en favor de las proteínas y las verduras.
- Sé exhaustivo con la higiene dental: la higiene es incluso más importante que llevar una dieta saludable, ya que una mala higiene o la ausencia de ella puede provocar problemas más graves que la propia caries. Por eso, haz hincapié en aquellas zonas donde acumules más comida y válete de complementos como la seda dental o los irrigadores de agua para completar la higiene.
- Visita a tu dentista con regularidad: ya sea cada 10 meses o una vez al año, el dentista será quien mejor detecte incipientes problemas que pueden acortarse antes de que sea demasiado tarde.
- Toma un aporte de flúor: consulta a tu dentista si es necesario que tomes un extra de flúor en tu dieta, ya que hay lugares donde el agua potable lleva el suficiente flúor como para contrarrestar la acidez que provoca la placa bacteriana.
Si todavía tienes dudas acerca de qué debes comer y qué no para evitar la formación de caries tanto en adultos como en niños, en Vela-Lasagabaster impartimos charlas formativas que te ayudarán en tu día a día. ¡Llámanos e infórmate!